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6 contaminantes potencialmente peligrosos para el pienso
Sin importar para qué tipo de animal se trate, (gatos, perros, aves de corral, ganado vacuno o porcino) el pienso debe ser saludable y estar libre de contaminantes. Varias retiradas de productos recientes han demostrado que este no siempre es el caso. Le presentamos seis contaminantes que los fabricantes nunca deben perder de vista.
Al igual que sucede en los humanos, una dieta equilibrada es fundamental para la salud y vitalidad de los animales. En la cría de ganado, la calidad del pienso es un factor determinante para el éxito, aunque las exigencias de calidad también se están incrementando en el sector del pienso para mascotas. Es evidente que el pienso debe estar adaptado a la especie animal concreta, ser lo suficientemente nutritivo y estar libre de sustancias no deseables y prohibidas. Con el fin de conseguir este objetivo se ha regulado estrictamente su fabricación. Como consecuencia, los análisis periódicos se han convertido en un requisito esencial.
1. Contaminación microbiológica
La bacteria Salmonella ha sido la causa de varias retiradas en las últimas semanas; entre los productos afectados destacan los premios masticables para perros y la harina de soya. El pienso con alto contenido en proteínas es especialmente vulnerable a la contaminación, ya que ofrece un entorno muy favorable para la proliferación de la Salmonella. El pienso contaminado puede provocar infecciones a los animales. Este problema reviste especial importancia en la cría de ganado, ya que una infección por contacto puede introducir la salmonella en la leche, los huevos o carne de los animales. Además de la Salmonella, otros tipos de bacterias (o bien levaduras y mohos) pueden provocar la contaminación del pienso. El control de los microorganismos patógenos y el recuento total de bacterias es, por tanto, una tarea importante en la fabricación de pienso.
2. Residuos
Al igual que la carne para consumo humano, la carne empleada en la elaboración del pienso se somete a controles estrictos. Sin embargo, ocasionalmente contiene residuos de hormonas, antibióticos y fármacos veterinarios. Las pruebas ELISA permiten detectar muchas de estas sustancias con la suficiente rapidez. Además, el pienso puede contener residuos de productos fitosanitarios (pesticidas) o fertilizantes (nitratos). En la UE se han establecido límites máximos de residuos (LMR).
3. Micotoxinas
Las micotoxinas son metabolitos tóxicos producidos por el moho. Pueden provocar trastornos del desarrollo y la fertilidad en los animales incluso en concentraciones reducidas. Los mohos atacan con frecuencia los cereales que, como consecuencia, se pueden contaminar. En la normativa alemana sobre piensos se han definido niveles máximos para la aflatoxina B1 y la Comisión Europea ha establecido valores de referencia para el deoxinivalenol (DON), la zearalenona, la ocratoxina y la fumonisina. Las micotoxinas se pueden detectar rápida y fácilmente in situ mediante pruebas de flujo lateral. Gracias a los controles generalizados y las medidas preventivas, en la actualidad rara vez se detectan micotoxinas en el pienso.
4. Organismos modificados genéticamente (GMO)
La harina de soya, cuyo uso está muy extendido en la fabricación de pienso, se elabora frecuentemente con semillas de soya modificadas genéticamente. Además, el trigo, la colza y el arroz a menudo proceden de cultivos modificados genéticamente. Aunque la UE se ha autorizado el uso de varios GMO, se deben declarar a partir de un límite de contenido del 0.9% (inclusive). Los fabricantes que producen piensos sin GMO deben realizar las pruebas correspondientes en sus productos. En este caso, el método de elección son las pruebas de PCR en tiempo real.
5. Metales pesados
Los metales pesados pueden ser perjudiciales tanto para seres humanos como para animales y provocar intoxicación crónica. Penetran en los piensos a través de la tierra, los fertilizantes o los aditivos. En concreto, se ha detectado plomo en el pienso repetidas veces, la última en Suecia a finales de enero, en una partida de pienso para perros. En la UE se han establecido niveles máximos de plomo, cadmio, mercurio, arsénico y flúor.
6. Dioxinas
Las dioxinas son contaminantes orgánicos que se acumulan en el entorno; son frecuentes en el suelo, el agua, las plantas y los animales. En la UE se han definido niveles máximos para el uso de dioxina y policlorobifenilos (PCB) (una sustancia con el mismo nivel de toxicidad).