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Analytes
La Salmonella en los alimentos infantiles
La detección de la Salmonella en los alimentos infantiles elaborados por la compañía de productos lácteos Lactalis ha suscitado una gran preocupación, no solo en Francia. Se retiraron más de 12 millones de latas de leche infantil, y el escándalo va en aumento. A continuación, explicamos por qué la Salmonella es peligrosa y qué medidas se pueden tomar para combatirla.
La detección reciente de Salmonella en los productos lácteos de la compañía francesa Lactalis tuvo consecuencias de amplio alcance: fue necesario retirar miles de toneladas de leche infantil y 83 países se vieron afectados. Al menos 37 bebés enfermaron. En la actualidad se están presentando demandas al fabricante. El Ministro de Economía francés acusó a la compañía de reaccionar demasiado tarde, e incluso varias cadenas de distribución criticaron la forma en que Lactalis realizó la retirada. Entre tanto, la policía realizó registros en varios centros de producción y el gobierno anunció una normativa de control más estricta para la industria láctea.
El escándalo demuestra una vez más la importancia del control higiénico en la producción alimentaria. La salmonelosis puede provocar diarrea y otros síntomas como dolor de estómago, dolor de cabeza y vómitos. En adultos, los síntomas remiten después de pocos días. Sin embargo, una infección puede ser peligrosa para niños pequeños y personas debilitadas, muy sensibles a las pérdidas de líquido. En algunos casos, existe riesgo de colapso circulatorio o insuficiencia renal. Especialmente en los alimentos infantiles, la seguridad del producto constituye la máxima prioridad.
Con el fin de garantizarla, es esencial un control de la higiene que abarque tanto el control de superficies como el análisis alimentario. Hay disponibles varios métodos de prueba para la detección de la contaminación microbiológica. La placa de medio de cultivo, uno de los más utilizados, consta de un recipiente que contiene nutrientes específicos para las bacterias. Si la muestra contiene las bacterias respectivas, crecerán en la placa y, después de un periodo de incubación, se realizará un recuento de las colonias. Sin embargo, este periodo de incubación puede prolongarse 24 horas dependiendo de la prueba utilizada. Las pruebas ELISA también requieren un periodo de incubación. La prueba de PCR es una opción que detecta con mayor rapidez el ADN del patógeno. Sin embargo, los alimentos especialmente perecederos a menudo llegan al mercado antes de que se obtenga el resultado de prueba oficial. En este caso, la retirada es inevitable.